Hoy os dejamos con un artículo muy interesante publicado en http://www.espaciodesalud.com.ar/MusicoterapiaI.htm sobre el uso de la MTA para la recuperación temprana de los accidentes cerebrovasculares, o también conocidos como ACV.
SONIDOS PARA RECONECTAR LAS NEURONAS
Un estudio realizado en Finlandia demostró que la música poseería un mayor efecto que las palabras para ayudar a la posible recuperación de la memoria verbal y la atención luego de un accidente cerebrovascular. Las mejorías, por supuesto, dependen de cada paciente y son en todo caso parciales.
En varios países están investigando la utilización sistemática de la música en rehabilitación neurológica. Y como se están obteniendo importantes evidencias clínicas de la musicoterapia como ayuda en la rehabilitación, ahora buscan dilucidar cuáles son los mecanismos que lo hacen posible.
Uno de los más recientes descubrimientos reveló que escuchar música en los estadios tempranos después de un stroke o accidente cerebrovascular (ACV) mejoraría la recuperación de funciones cognitivas.
Esta nueva investigación fue realizada en la Unidad de Investigación Cognitiva Cerebral del Departamento de Psicología de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y en el Centro Helsinki de Investigación Cerebral , y coordinada por el profesor Teppo Särkämö. Los resultados del estudio indicaron que escuchar música en los estadios tempranos después de un ACV mejora la recuperación de los pacientes.
El accidente cerebrovascular es la suspensión de la irrigación de sangre al cerebro por ruptura o taponamiento de una arteria del cuello o de la cabeza. El principal factor de riesgo de ACV es la hipertensión arterial, y entre las posibles consecuencias, en caso de que el ataque no sea fatal, puede producir diferentes grados de lesión neurológica, que pueden afectar el habla, las funciones cognitivas como la memoria o la inteligencia y la capacidad e movimiento.
Hasta hace muy poco tiempo se consideraba totalmente irreversible al daño causado por un ACV; hoy se están estudiando diferentes técnicas para la recuperación de las capacidades (que hasta el momento sólo es parcial en los mejores casos) en base al fenómeno de “plasticidad neuronal”, que es la capacidad de las neuronas de regenerarse aunque sea en pequeña escala, y de recombinarse para asumir nuevas funciones.
Los finlandeses tomaron a un grupo de 60 personas que había sufrido ACV por afectación de la arteria media cerebral izquierda o derecha, y lo dividieron en tres subgrupos para ver cómo se recuperaban mejor: un grupo de música, otro de trabajo con el lenguaje y un “grupo control”.
La atención y la memoria verbal
Durante dos meses, el primer grupo escuchó diariamente su música favorita, el grupo de lenguaje escuchó grabaciones en audio de diferentes libros, mientras que el grupo control no se expuso a ningún estímulo. Además de esto, los pacientes recibieron atención médica y rehabilitación convencionales . Todos los pacientes realizaron una evaluación neuropsicológica detallada a la semana de haber ocurrido el ACV, que incluía tests cognitivos, cuestionarios sobre estado anímico y calidad de vida.
Esta evaluación fue repetida a los tres y a los seis meses, y los resultados del estudio mostraron que después de dos meses de intervenciones, los pacientes que escucharon música durante 1 ó 2 horas por día mostraron mayores progresos en las funciones de atención y memoria verbal que los pacientes que escucharon libros grabados y que los del grupo control.
Además, el grupo de música mostró tener menos episodios depresivos y confusión que el grupo control.
Mejoras parciales
Estos descubrimientos serían la primera demostración de que el escuchar música durante la etapa temprana posterior a un ACV, puede incrementar la recuperación cognitiva y prevenir estados depresivos. La musicoterapeuta Marcela Lichtensztejn, coordinadora del servicio de Musicoterapia en el Instituto de Neurología Cognitiva de Buenos Aires, explica que la utilización sistemática de la música en estos pacientes “promueve una mejora en las habilidades motrices y el habla”. El trabajo sobre temas clínicos improvisados en el momento, facilita y estimula el contacto interpersonal y la autoexpresión, que luego de un ACV pueden estar altamente afectados, aseguró la especialista.
“Se observa un aumento de la autoestima y la motivación, mejoras en las relaciones interpersonales y mejor disposición y colaboración en los tratamientos médicos y terapéuticos convencionales”, agregó.
Lichtensztejn señala que “este nuevo estudio de investigación es valiosísimo porque arroja luz sobre los beneficios y la necesidad de incorporar la musicoterapia como parte del tratamiento integral temprano de los pacientes con ACV”. Dentro de un abordaje integral, los tratamientos de musicoterapia incluyen la utilización de música en vivo como agente de cambio y medio de expresión.
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